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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-CARACENA. IGLESIA DE SANTA MARÍA - |
  UTM 30T 492593 4581537 1100 m. |
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Este templo en principio se denominó Santa María del Barrio de Gormaz a causa de que su origen fue un asentamiento de gentes procedentes de Gormaz que erigieron su propia parroquia y por ello se halla algo alejada del núcleo de la población. Su origen se remonta a mediados del siglo XII. La iglesia posee nave única, orientada y rematada al este por cabecera compuesta de presbiterio y cilindro absidal cuyos volúmenes se señalan bien al exterior. Posee un añadido al lado norte de la cabecera y debió de existir otro al lado sur, recientemente demolido y del que aún persisten restos. En la fecha de mi visita se halla en obras de restauración (6 de agosto de 2007).
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Adosada a poniente existe una recia y ruda torre edificada en mampostería, de aspecto claramente defensivo sobre el cortado del río. Es más que probable que dicha torre estuviese ya en este lugar cuando los repobladores procedentes de Gormaz decidieran edificar el templo. Me atrevo a pensar así por varias razones: el aspecto de la torre se asemeja mucho a la existente en Aldealpozo, atalaya islámica de los siglos X-XI, por su rudeza edificativa y sobre todo por el hecho de estar descentrada con respecto al eje del templo. En su lado norte se alinea a fachada del templo (Imagen 4) mientras que en el lado sur, el muro de la iglesia sobresale bastante del de la torre. De haberse debido a un proyecto unitario, la obsesión por la simetría de los constructores románicos hubieran centrado el cuerpo de la torre. O lo hubieran colocado decididamente a un costado del templo.
La iglesia se edificó en mampostería, reservando el uso de la piedra tallada para los elementos decorativos de vanos, canecillos y cornisas. Su acabado en enlucido persiste en gran parte del exterior del templo.
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El cilindro absidal se centra por una bella ventana decorada al modo jaqués. Posee una arquivolta decorada en su medio punto por trenzado de cuidada elaboración y apeada en sendas columnillas que lucen capiteles decorados. Por fuera, guardapolvo de lazos continuos competa la decoración (Imágenes 7 y 9). Los capiteles muestran decoración a base de grifos silenses enredados en vegetales, semejantes a los de la galería de San Pedro (¿Fueron los mismos artífices los de esa galería y esta iglesia? en el lado sur (Imagen 6) y en el lado norte, cuadrúpedos carentes de cabeza -probablemente leones- asimismo enredados.
Dos portadas posee el templo. La situada al sur y otra hoy cegada que se sitúa dentro del actual cementerio (Imagen 10). Esta última posee mayor decoración que la actualmente en uso. Consta de dos arquivoltas; la interior de baquetón y la exterior de borde liso decorada con semicírculos vaciados tanto en el frontal como en el intrados. Por fuera, ancho guardapolvo de ajedrezado jaqués orlado de sogueado. Es destacable que los arcos de esta portada son ligeramente peraltados y esbozan una leve herradura. El medio punto del vano cegado, luce en cada una de sus diez dovelas un motivo decorativo consistente en estrella de ocho puntas rebajada e inscrita en un círculo (Imagen 11).
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La decoración de sus capiteles es muy sencilla: esbozo de foliolos vegetales rematados en bolas a nuestra izquierda y zarcillos ocupando la cesta en la derecha. Los ábacos, grandes y muy sobresalientes lucen enrejado curvilíneo a izquierda y rectilíneo a derecha (Imágenes 12 y 13). La mayor elegancia de esta portada con respecto a la sur hace pensar que hubiese sido la principal.
Al lado sur del templo, encorsetada bajo un porche moderno abre la actual portada de acceso al templo. Posee una arquivolta de baquetón que tuvo en su momento columnillas. Hoy solo resta como recuerdo el ábaco y la basa de la de nuestra derecha (Imagen 17). El guardapolvo es idéntico al visto en el lado norte. El medio punto que forma el vano luce baquetón en su arista, y también tiene una leve forma de herradura.
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En la escasa zona del hastial de poniente que sobresale de la torre, hallamos un elegante vano labrado en una sola pieza, a modo de celosía de claro sabor islámico (Imagen 19). Otros dos hay en la fachada sur del templo, bellos es su factura, que en imágenes de antes de la restauración no aparecen. Desconozco su procedencia; pero su aspecto y meteorización los acreditan como originales (Imágenes 18 y 20).
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