Podemos acceder a Induráin desde la N 240 circulando de Huesca hacia Pamplona. Rebasado Yesa y Liédena, tomaremos el desvío a nuestra derecha que indica dirección a Lumbier. Poco antes de entrar en dicha población, un nuevo desvío bien indicado a nuestra izquierda nos encamina a Induráin pasando antes junto a Tabar. Induráin es uno de los abundantes núcleos rurales diseminados por campos verdes en esta época de finales de otoño en que lo visité. Pequeños caseríos por lo general en lo alto de un cerro y dominando en altura, la iglesia. Ésta tiene advocación a la Purificación de la Virgen y destaca de inmediato su recia torre-campanario a los pies del templo (Imagen 1). Dos vanos de medio punto en su hastial de poniente albergan las campanas y bajo ellos, ventanal aspillerado derramado al interior, como se aprecia en la imagen 6. La sensación que transmite el hastial de poniente es de espadaña bífora completada con otros tres lienzos para componer la torre. Y creo que así fue, puesto que el acceso a la misma se efectúa a través de un estrecho cuerpo añadido a los pies del muro sur. (5 de septiembre de 2006).

El templo consta de una sola nave orientada al este. Edificado en el primer tercio del XIII, se le añadieron con posterioridad los desproporcionados contrafuertes de su perímetro y las edificaciones adosadas a su muro sur: sacristía, capilla lateral y porche delante de la puerta de entrada. El cilindro absidal edificado en buena piedra sillar al igual que el resto del templo, remata en canecillos lisos que sustentan una cornisa decorada con bezantes (Imágenes 2 a 4). El ventanal cuadrado que abre en su lado sur, es evidentemente de fecha muy posterior a la hechura original.

La portada (Imagen 5) consta de tres arquivoltas de medio punto apeadas en jambas rectas con exigua decoración. Se resguarda bajo porche añadido, que continúa la línea de fachada añadida tardíamente. Al interior el templo se estructura en cabecera y nave de cuatro tramos. La primera consta de cilindro absidal cubierto por bóveda de cuarto de esfera apuntado. Una imposta de ajedrezado jaqués delimita paramento vertical de bóveda (Imagen 7). Articulan cabecera y nave por medio de arco triunfal apuntado y doblado. Tras él, cuatro tramos de nave delimitados por tres arcos fajones simples apuntados, que apean en pilastras adosadas por medio de imposta biselada que continúa la absidal y recorre todo el templo (Imagen 8). La bóveda de la nave es también de medio cañón apuntado, como corresponde a la cronología del templo. A los pies hay un pequeño coro alto de madera.

No quiero concluir el relato del lugar sin agradecer la amabilidad de la señora que custodia las llaves del templo. A pesar de mi inoportuna hora de llegada, justo cuando en su casa comenzaban la comida del mediodía, me acompañó con gran amabilidad a pesar de que le insistí en volver más tarde para la visita. Esa premura para no molestar más de lo necesario puede ser mi excusa (junto con la inadecuada información anterior a la visita) para haber pasado por alto los crismones mencionados. Será motivo para volver.