LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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EL ROMÁNICO
   

5.- EL TEMPLO ROMÁNICO

A) - Generalidades


a-4) Arquitectura

Ya hemos visto en la pagina anterior cuál es la estructura y dinámica del muro compuesto o "emplectum" de uso generalizado en las edificaciones románicas. Siendo el concepto general válido para todos los tipos de muro, el aspecto que estos pueden adoptar a la inspección superficial es variado. Diversidad que al ojo avezado servirá para obtener datos orientativos acerca de su cronología así como a la pericia de los constructores que lo llevaron a cabo.

En los sistemas edificativos que no utilizan argamasa para asentar los elementos que componen el muro, estos han de tener un acabado prácticamente perfecto en sus superficies de contacto. Las irregularidades en las mismas originan su fractura si la carga sobre ellos es grande. Las edificaciones clásicas, al igual que las visigodas, colocan los sillares directamente unos sobre otros, es decir "a hueso" gracias a un perfecto acabado de las superficies en contacto.

SANTIAGO DE RUESTA (ZARAGOZA)

En la época románica la piedra recibe diferente tratamiento según las épocas y dependiendo de su acabado, precisará mayor o menor cantidad de argamasa para regularizar las superficies que han de recibir cargas. Una forma arcaica de colocar los sillarejos e incluso los mampuestos alargados sin que sea precisa una gran labor de regularización de sus caras es la denominada en "espina de pescado" (opus spicatum). Puede verse el ejemplo sobre estas líneas. Sobre una hilada más o menos recta de sillarejos se colocan elementos inclinados, apoyando unos contra otros en un sentido, y en sentido opuesto en la hilada superior.

TORRE DE LA REINA. LOARRE (HUESCA)TORRE DEL HOMENAJE DE LOARRE (HUESCA)

Cuando el sillarejo ha recibido un tratamiento a maza que lo ha regularizado parcialmente, lo hallamos formando muros en hiladas más o menos regulares y por lo general con abundancia de mortero cuya finalidad es igualar sus irregulares superficies en orden a una igual distribución de cargas. Sobre estas líneas muestro dos imágenes de los muros de la fortificación inicial del castillo de Loarre. Podemos ver otra característica, que es la colocación de sillarejos a lo largo, o de punta (esto es "a soga" o "a tizón"), sistema que ayuda a "atar" el lienzo exterior al núcleo del muro. También vemos "mechinales", que son los huecos dejados en el muro y que por lo general son de origen edificativo. Allí se colocaban los maderos de sustento del andamiaje mientras se elevaba el muro. En otras ocasiones constituyen el lugar de anclaje de los cadalsos o de los vanos de acceso al edificio. Muchos de estos mechinales conservan parte de esos maderos empleados en la construcción del muro y que, convenientemente estudiados, podrían aportar información acerca de la cronología relativa de la edificación.

SAN PEDRO DE LÁRREDE (HUESCA)

En ocasiones cuando el sillarejo ha sido bien elaborado y por su situación no ha de soportar grandes cargas, lo podemos encontrar prácticamente colocado "a hueso". Así ocurre en la zona alta de la torre de San Pedro de Lárrede en Huesca (sobre estas líneas).

SAN PEDRO DE LOARRE (HUESCA)SANTIAGO DE AGÜERO (ZARAGOZA)

Pero lo que más vamos a ver en el románico pleno, son los muros elaborados con sillares bien escuadrados y ajustados. Las técnicas de cantería evolucionadas permiten la obtención en las logias de abundante material con un acabado de buena factura. De este modo precisarán muy poca argamasa para lograr su asiento, como vemos en las imágenes superiores correspondientes a Loarre y a Agüero. Ya en esta época aparecen de forma abundante las marcas de cantero en los sillares, como medio de "contabilidad" de la labor realizada a efectos de cobro de salario.

Un hecho importante en las labores realizadas con sillares es el trabajo de las caras no vistas de los mismos. Nosotros vemos la cara exterior, que puede ser perfecta, pero el sillar tiene cinco caras más. Si el muro no ha de recibir mucha carga, pueden estar apenas desbastadas y ser irregulares. La argamasa suplirá sus imperfecciones.

DETALLE CENITAL DEL MURO NORTE EN Nª Sª DE TRUJILLO -CASTIELLO DE JACA- (HUESCA)

Sobre estas líneas, muestro una imagen tomada desde lo alto de uno de los muros en degradación de la ermita de Nuestra Señora de Trujillo en Castiello de Jaca (Huesca). He pintado en amarillo el perfil de los sillarejos y señalado con flechas rojas la parte vista de los mismos desde el interior del templo. Solo esa cara es regular. El resto es notablemente irregular. El aspecto desde el interior de la nave puede ser impecable pero el muro no será capaz de soportar sino una cubierta de ligera madera. Y a juzgar por su estado, ni aun eso.

En las ocasiones en que el lienzo de sillares ha de ser elemento de transmisión de grandes empujes, sus caras de contacto han de ser muy regulares. Y si forman parte de un arco han de poseer una estereotomía muy cuidada para lograr su asiento. Solo de esta forma se aprovechará la propiedad de la piedra de trabajar "a compresión".

MONREAL DE ARIZA (ZARAGOZA)ÁBSIDE DE SAHAGÚN (LEÓN)

La edificación del muro también puede hacerse con mampostería. esto es, con elementos de piedra sin regularizar. Entonces la cantidad de argamasa habrá de ser mucho mayor para rellenar los grandes espacios entre los irregulares elementos. Es el caso del ábside de la iglesia de Monreal de Ariza en Zaragoza. En estos casos los sillares bien escuadrados solo se utilizan en los elementos "sensibles" de la obra como son los ángulos de los muros, sus encuentros o los vanos. Este sistema abarata costes y el resultado es similar, si tenemos en cuenta el hecho de que tras el acabado el muro se enfoscaba. Hoy prima la estética de la piedra vista, pero esto no era así cuando estos edificios estaban "vivos".

Y por último el muro de ladrillo, común en las zonas donde no hay disponibilidad de buenas canteras o en las de influencia de la cultura islámica que prioriza este material. El "románico de ladrillo" no es pariente pobre del elaborado con sillares. Antes bien, requiere de una desarrollada industria paralela para la elaboración de ladrillos de formas y medidas correctas.



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