La ciudad de Morlaas se ubica a unos 12
kilómetros al norte de Pau. Cuenta en la actualidad con alrededor
de 4.000 habitantes y fue capital del vizcondado de Bearn entre 1080 y 1260,
después de Lescar. Pertenece al departamento de los Pirineos
Atlánticos y a la región de Aquitania. De la época
en que ostentó la mencionada capitalidad data su iglesia dedicada
a Santa Fe iniciada por el vizconde Céntulo en 1080. El templo actual ha sufrido muchas restauraciones,
a pesar de lo cual podemos advertir su planta y portes originales.
Sin duda lo que debió ser el orgullo
de este templo fue la gran portada oeste que, restaurada, sigue siendo magnífica
(Imagen 4). Sus seis arquivoltas de gran desarrollo le
confieren un porte majestuoso. Apean en tres parejas pilastras y otras tantas
columnas acodilladas con sus respectivos capiteles. Otra pareja de columnas
con sus capiteles flanquean la portada y dan asiento a sendos contrafuertes.
Sucesivamente hallamos filigranas vegetales,
patos, baquetón con hileras de rombos excisos, ancianos músicos
sustentados por dos atlántes-esclavos, rosetones, personajes sentados
en baquetón corrido que les sirve de banquillo y nueva filigrana
vegetal a modo de guardapolvo.
El vano de acceso es doble, provisto de
parteluz alzado sobre sufridos esclavos encadenados al modo de lo visto
en Santa María de Olorón. Un tímpano historiado corona
cada uno de los accesos. A nuestra izquierda hallamos una representación
de la Matanza de los Inocentes y a la derecha una escena de la Huida a Egipto.
Sobre ellos la réplica de la escultura de Cristo en Majestad, dentro
de mandorla y flanqueado por los tetramorfos de Mateo y Juan (Imagen
7). La escultura original, muy deteriorada, se guarda en el interior
del ábside norte (Imagen 6)
Los tres vanos del ábside central,
se muestran en las imágenes 9 a 11, mientras que
sus capiteles, ordenados de nuestra izquierda a la derecha, lo hacen entre
las imágenes 12 a 17. El estilo jaqués/Loarrés
es patente en ellos.