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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -ACIBEIRO: MONASTERIO DE SANTA MARÍA-(Cont.)- |
  UTM 29T 557428 4718841 718 m |
(GALICIA - PONTEVEDRA) |
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El interior del templo sorprende por sus dimensiones y por la altura de la nave central. Ciertamente está cuidado. Y el día en que lo visité (8 de agosto de 2009) se hallaba delicadamente engalanado para una boda. Como ya he dicho, es templo de planta basilical y triple nave (Ver planta). Cinco son sus tramos, que se articulan por medio de cuatro parejas de pilares de sección cuadrada decorados por medio de semicolumnas adosadas en sus caras. Sobre ellas, capiteles decorados dan apeo a formeros y en las naves laterales a fajones. Es remarcable el hecho de que los perfiles sobresalientes de los pilares cuadrados adoptan forma redondeada, como de otra semicolumna, alternándose con los normales.
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Otra de las características más notables de este templo es la existencia de un falso triforio a base de vanos geminados (Imagen 18). Por encima de la imposta que sobrepasa a los fajones, se sobreeleva la nave central con respecto a las laterales y fue articulada con los mencionados vanos dobles simulando un inexistente corredor lateral sobre las naves laterales recordando lo existente en Compostela. Sirve para dar elegancia y altura a la nave central a la vez que posibilita la cubierta a dos aguas sin bóvedas pétreas que sobrecargasen la estructura.
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Al interior el templo evoca a la colegiata de Sar en Santiago de Compostela, con la que comparte también la forma externa de la cabecera a base de un ábside central poligonal; si bien en Acibeiro, al no existir empujes de bóvedas pétreas no ha habido los problemas que en la colegiata del Sar requirieron la implantación de desmesurados contrafuertes para impedir el derrumbe de la estructura.
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El ábside central cubre con bóveda estrellada del XVI, suplente de la desaparecida original (Imagen 11). La decoración interior se estructura en dos niveles de arquillos ciegos más recios y sobrios los inferiores que los superiores que lucen capiteles y columnillas. En el nivel inferior, hay un absidiolo casi imperceptible en el segundo de sus arcos ciegos (Imágenes 4 y 5, y 12 a 14). Los absidiolos laterales son tremendamente irregulares en sus hechuras y en sus bóvedas, aunque a primera vista no lo parezcan (Imágenes 9, 10 y 15).
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La decoración de sus capiteles es variada, repitiendo motivos vegetales y geométricos así como animálisticos y alguna figura humana repitiendo modelos mateanos de modo muy inferior a Santiago. Los leones de la imagen 19 son una de las más repetidas imágenes de su escultura, destacando por su sencillez a mitad de camino entre lo ingenuo y lo torpe, con sus cabezas rebasando en mucho la cesta del capitel para casi sobresalir de los ábacos.
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En definitiva, que Acibeiro es un templo que sorprende y deleita y del que no hay que pasar de largo. Cuando a uno le gustan estas viejas piedras, pasará sin duda casi media jornada entre ellas fotografiando y contemplando. Una recomendación: para acceder a la cabecera hay que entrar por la puertecilla del cementerio, a nuestra izquierda de la fachada oeste. Una vez rebasadas sus abundantes tumbas, acceder a la pradera ante la cabecera es otra más de las sensaciones agradables del recorrido.
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