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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -HOSPITAL DO INCIO. IGLESIA DE SAN PEDRO FÉLIX (Cont.)- |
  UTM 29T 636204 4724053 670 m |
(GALICIA - LUGO) |
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El interior del templo de nuevo nos sorprende a causa del material empleado en su edificación. El mármol de las cantera de Inicio proporciona a la fábrica unas tonalidades tan bellas como inquietantes por sus tonos blanco-azulados con matices amarillentos reflejados por la iluminación eléctrica. Estando en Galicia, uno diría que es apariencia adecuada para leyendas de la Santa Compaña. El aspecto de la nave es sobrio en lo decorativo. Dos pares de pilastras con semicolumnas adosadas fueron concebidas para recibir fajones y dobladuras que sustentasen una bóveda que no llegó a edificarse cubriendo con tejado de madera a doble vertiente. Delimitan tres tramos, abriéndose las portadas laterales en los respectivos centrales. Vanos derramados al interior centran en altura los dos tramos anteriores.
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Lo más interesante del templo está en su cabecera. Consta de un tramo recto en función de presbiterio, decorado con arco triunfal ligeramente retrasado hacia el interior del mismo. Un nuevo arco señala la unión entre presbiterio y ábside, recibiendo sin intermedio de clave dos nervaduras de sección rectangular que arrancan de los capiteles angulares absidales. Las cuatro semicolumnas que señalan sus ángulos delimitan tres lados centrados por sus respectivos vanos aspillerados con decoración de arquivolta, capitel, columna y basa. Al igual que al exterior hay dos impostas. Una bajo los vanos, que recorre el ábside y la segunda a nivel de los ábacos de los capiteles superiores, extendida por toda la cabecera
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Colgado del fajón absidal por medio de cadenas encontramos una talla en madera de Cristo crucificado de gesto risueño. Cristo de cuatro clavos de brazos articulados y talla algo tosca si bien no exenta de encanto. Probablemente del siglo XIV
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La bóveda que cubre el ábside tiene una especial característica. No es una bóveda de horno al uso, sino que entre las dos nervaduras y el fajón respectivos, se tendió una cubierta de plementería marmórea, ya en una aproximación a lo protogótico (Imagen 8).
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Los capiteles de la cabecera muestran decoración geométrica y vegetal, al igual que en el resto del templo si bien aquí podemos ver en varios de ellos motivos historiados: leoncitos, que en uno comparten cabeza en el ángulo o aves de sencilla labra.
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Decoración sencilla como en el resto del templo, pero que gracias a su veteado y exótico material cobra una rara fuerza expresiva.
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En la parte anterior del muro norte hallamos un arcosolio que cobija un sepulcro delicadamente decorado y epigrafiado, todo ello asimismo en mármol. Se trata de la tumba de don fray Álvaro de Quiroga, comendador del priorato sanjuanista de Portomarín y probablemente también del de Incio (siglo. XV). Hay una leyenda según la cual si se abre su sepultura, se derrumbará la iglesia (Imagen 22). La talla de la Virgen situada junto a la portada norte, es coetánea del Cristo, ya comentado, del altar (Imagen 21).
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Hay una pieza escultórica recolocada en el lado sur del hastial oriental, a la derecha del arco triunfal. Es probablemente decoración de sepulcro pero sin descartar que se tratase de frontal de altar. Según me relató don Manuel, apareció enterrada delante del altar actual (Imagen 23). Muestra la imagen de un crucificado sobre cuyos brazos hay dos caritas que representan el Sol y la Luna y bajo los mismos dos figuras humanas en actitud de reverencia. El estilo y arcaicismo de la escultura, la disposición de las figuras "flotando" a los lados de Cristo y sus detalles me evocan el estilo escultórico de Mondoñedo.
