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Probablemente las más bellas
esculturas -y espectaculares- correspondan a las placas realizadas por
el Maestro de la Transfiguración para una portada oeste que debía
de recibir, gloriosa, al peregrino y que no debió de llegar nunca
a edificarse. Su mensaje de alegría, de visión
de Cristo Glorioso debió de ser concebido para compensar las
penalidades de quien cruzó media Europa para llegar, penitente,
hasta aquí.
Castiñeiras apunta hacia la s
fechas de 1103-111 como las más adecuadas para su hechura, señalando
que el añadido epigráfico de "ANFUS REX" en
el lado derecho de la imagen de Santiago (Imágenes 1,
4 y 5) debió de realizarse hacia 1111 para señalar
el evento de la coronación de Alfonso VII como rey de Galicia
y León llevada a cabo en esta catedral. En su nimbo se lee "IACOBVS
CEBEDEI" y en el lateral izquierdo: "HIC IN MONTE IHESV MIRATUR
GLORIFICATV" y sobre la tablilla o libro que porta: "PAX BOVIS"
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Otro de los apóstoles de este
portal no realizado lo vemos en las imágenes 2 y 3.
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Probablemente el magnífico Cristo
que debía de centrar y presidir la mencionada portada oeste se
deterioró en algún momento y se reemplazó por el
mostrado en las imágenes 6 a 8, más acorde
con el estilo tardío y gotizante del taller del Maestro Mateo
y similar al que se halla en el tímpano de la actual portada
de poniente.
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Las imágenes
9 a 12 corresponden también a la portada de la Transfiguración
de Cristo. Podemos ver a Abraham saliendo del sepulcro bajo el cual
hay una imagen del demonio, vencido. Las aves picoteándose las
patas las veremos repetirse con frecuencia en el simbolismo románico,
probablemente mostrando el deseo de liberarse de sus ataduras terrenas
para volar a lo alto, como hace Abraham al resurgir de la tierra.
Una vez más,
el estilo monumental y clásico del escultor, resaltado por la
deliciosa elección del mármol blanco para realizarla dan
a la obra un aspecto espectacular. ("SVRGIT ABRAHAM DE TUMULO"
es la lectura que se muestra a sus lados. En el lado izquierdo y perfil
del sepulcro: "TR-ANSFIGUratiO:IHESV"
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Centrando el espacio entre los dos arcos
de la portada y erigidos sobre el capitel medial de la misma hay dos leones
guardianes de la entrada al lugar sagrado y tras ellos el crismón
cristológico que nos advierte del lugar al que vamos a penetrar.
Puerta-interfase y simbolismo se dan de nuevo la mano.
El crismón no porta símbolo
"S", propio de los trinitarios. Lógico si tenemos en
cuenta que su extensión implicaba poder o relación con
Aragón y en este momento y en este lugar, ello era impensable.
Alfonso I rey de Aragón y Pamplona se hallaba envuelto en guerras para evitar
que el hijo de Urraca, Alfonso Raimundez fuese coronado como Alfonso
VII, hecho que sucedió en Santiago el 17 de septiembre de 1111
(Imágenes 13 y 14).
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