LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España)

 

| Presentación | Novedades | Mapa del Sitio | Mapas Activos | Opinión | Castillos XI-XIII | Rutas Románicas | Monográficos | Otras Regiones

Enlaces | Bibliografía | Diccionario | Distinciones | Premio Romanico Aragonés | Fondos de Escritorio | Inicio |

 


EL ROMÁNICO
   

5.- EL TEMPLO ROMÁNICO

A) - Generalidades


a-4) Arquitectura

5- Cubiertas.

Cubierta: "En general, sistema de cierre de la parte superior de una construcción. Específicamente: cubierta plana sin abovedar y sin que intervengan elementos curvos"

Bóveda: "Obra arqueada que cubre espacios comprendidos entre muros o varios pilares"

Una vez elevados los muros el espacio conseguido necesita ser cubierto de forma eficaz. En un primer momento se cerraron con cubiertas de madera. Es técnicamentemás fácil y por otra parte el menor peso aportado por la estructura hace que los problemas derivados de los empujes sean menores. En su contra, la facilidad de sufrir incendios, máxime en un lugar donde la liturgia hace necesario el uso de cirios y lamparillas ardiendo de forma continuada.

1SANTA MARÍA DE TAHULL. LÉRIDA2ORDOVÉS - HUESCA

Técnicamente la solución era simple: cubierta a dos aguas para que el agua resbale más allá del exterior de los muros. Estructuras triangulares de madera, apeadas sobre largueros en lo alto de los muros, tablazón cerrando el espacio entre maderos y por encima, lajas de piedra o pizarra. En las iglesias de tres naves, como las de Tahull, los muros de separación entre las mismas son extremadamente gráciles dado el poco empuje que han de soportar.

3MODIFICADO DE F. GOMEZ CANALES4MODIFICADO DE F. GOMEZ CANALES

Ya fuera por los mencionados incendios, o por el valor simbólico que supone el uso de la piedra como declaración de intenciones pensando en la eternidad, en el románico pleno el uso de la piedra para cubrir los templos se generalizó. Ello implica la necesidad de una técnica edificativa más depurada y mayores conocimientos empíricos por parte de los maestros de obra. Cuando lograron un "estándar edificativo", la verdadera multinacional que fue Cluny lo exportó a todo el mundo cristiano conocido. Y el Camino de Santiago fue, como en tantas otras disciplinas, una vía rápida de difusión de ideas.

No estaban inventando nada nuevo en lo arquitectónico. Ya hemos visto en los primeros capítulos que el arco de medio punto es de origen clásico, así como el uso del cemento (puzolana) y las cimbras. También las basílicas y sus cabeceras absidales. Pero Cluny lo retoma. Le da un sentido unitario repitiéndolo una y mil veces para llevar su mensaje desde el corazón del continente hasta el "Finis Terrae". Y este mensaje todavía subsiste. Solo hay que saber leerlo.

5MODIFICADO DE F. GOMEZ CANALES

Los dos sistemas de abovedar en piedra los templos, según Puig i Cadafalch fueron los siguientes:

-Usar lajas de piedra dispuestas radialmente sobre las cimbras y unificarlas a base de cubrirlas con mortero de cal

-Usar bloques de piedra dovelados, mejor trabajados para su ajuste de modo que al colocarlos sobre las cimbras la necesidad de mortero sea mucho menor.

El elemento común a ambos es la cimbra. Se trata de un armazón de madera de la suficiente resistencia para soportar el peso de los componentes de la bóveda hasta que fragüe el mortero o se inserte la clave. Sobre estas líneas muestro unas imágenes modificadas de F. Gómez Canales ("Manual de Cantería". Fundación Santa María la Real. 2005) muy demostrativas del uso de la cimbra, tanto para el remontado del arco de medio punto como para la bóveda de medio cañón. Este artilugio se apoyaba en las impostas (hoy parecen solo elementos decorativos, pero su utilidad fue sustentar las cimbras. En los templos que no las hay, hubieron de emplear mucha más madera para apear las cimbras en el pavimento por medio de maderos verticales). Si el templo no era de gran longitud, con una sola cimbra podía bastar para edificar su bóveda pero si la nave es larga, como es habitual, reutilizaban la cimbra edificando tantos tramos como fuera necesario. Remover la cimbra una vez cerrada sobre ella la bóveda no debió de ser tarea fácil. Parece ser que se utilizó un truco para lograrlo: entre la cimbra y la imposta se disponían sacos llenos de arena sobre los que apeaba la cimbra. Al cerrar la bóveda por medio de la clave, el rajado y vaciado de los sacos facilitaría la extracción y avance de la cimbra para construir un nuevo tramo de bóveda. Si la cimbra no apeaba sobre impostas sino sobre maderos verticales, con retirar estos bastaría para poder recuperar la cimbra.

SAN ISIDORO DE LEÓN

Esta forma de trabar originó una consecuencia directa: los encuentros entre dos tramos realizados con la cimbra dejaban una fea unión. La solución: "tapajuntas". No son otra cosa los arcos fajones que segmentan las naves aportando un agradable efecto visual. Funcionalmente puede prescindirse de los mismos. La bóveda entrega su empuje a los muros. Así pues, los fajones con sus pilastras adosadas son una deliciosa consecuencia estética para disimular ese problema. La imagen de la derecha sobre estas líneas es activa. Colocando sobre ella el cursor aparece el perfil de capitel y fajón ocultando la junta resultante del encuentro entre dos tramadas (La imagen corresponde al ruinoso templo de San Miguel de las Chulas en El Frago, Zaragoza).

6SARSAMARCUELLO. ERMITA DE SAN MIGUEL7ESQUEMA INDICANDO SUS COMPONENTES

Sobre estas líneas, muestro un montaje a base de dos imágenes de la ermita de San Miguel en Sarsamarcuello (Huesca). El templo conserva su cabecera y el primer tramo de la nave. El derrumbe se ha producido a partir del fajón de unión entre los dos primeros tramos de la nave. Y en la "sección" podemos apreciar superpuestos los arcos de medio punto que conforman el fajón y sobre el, la bóveda. Advertimos que la bóveda se forma por una sola hilada de sillares dovelados; así como que su apeo se efectúa en la cara interna de los sillares del muro: aquella que queda vista desde el interior del mismo. De esta forma, el gran espesor del muro actúa como compensación suficiente de los empujes originados por bóveda y sobrecubiertas.



Páginas consultadas:

Ver mis estadísticas