UTM 30T 499152 4593267 970 m.m.

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Una vez dentro del templo advertimos el espacio de la nave comunicada con la cabecera apenas por un pequeño vano. Me resisto a denominarlo "arco triunfal", por ser ese término descriptivo de algo de mucho mayor desarrollo y además correspondiente a una liturgia benedictina que nada tiene que ver con la que en este templo se desarrolló. De hecho en la liturgia mozárabe hay momentos en los que la actuación del celebrante se oculta a los ojos de los fieles y esta disposición compartimentada es la más adecuada para llevarla a cabo. Las cabeceras semicirculares del románico no son aptas para esta liturgia.

Hay que señalar que el el vano de comunicación original entre nave y cabecera fue eliminado en el siglo XV para ser sustituido por un amplio arco carpanel, como se puede ver en la imagen 2 tomada de la web "Viajar con el Arte". Probablemente el motivo fuese el ya señalado del recogimiento del celebrante en el rito hispano-visigodo, en contraposición con la liturgia romana. El actual vano de comunicación es una recreación tomando como modelo el de San Baudelio de Berlanga.

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El templo original del XI poseyó un revestimiento blanco sobre el cual se añadieron las pinturas románicas en el primer tercio del XII. Es probable que la mayor parte del mismo estuviese decorado aunque lo que ha llegado hasta nosotros se circunscribe a la cabecera y a la porción anterior de ambos muros de la nave. La decoración del muro anterior de la nave se debió de perder en su mayoría al reemplazar la angosta comunicación original por el arco carpanel. El muro posterior es de hechuras mucho más avanzadas en el tiempo, probablemente del siglo XIII a juzgar por el apuntamiento de su fajón doblado. Posee dos semicolumnas adosadas a pilastras y rematadas en toscos capiteles todo ello compatible con la mencionada cronología avanzada. La motivación de su hechura no está clara, aunque se apunta hacia una probable necesidad de ampliar la nave, que de ser así, no fue llevada a cabo (Imágenes 6 a 10).

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Más allá de la nave está el espacio más sagrado del templo reservado solo a los celebrantes: la cabecera. Es de planta casi cuadrada con su testero plano y cubierta por una bóveda de medio cañón. En su muro meridional posee a media altura una credencia y se ilumina por un único ventanal centrado a través del que entra la luz del sol que se alza como representación de la divinidad. De ese modo, cuando el fiel se sitúa ante la entrada al espacio sagrado lo que ve es La imagen de Dios en mandorla que le devuelve la mirada, el Cordero de Dios y el Espíritu Santo en forma de paloma surgiendo, ascendiendo, desde la ventana por la que penetra la luz del Dios/Sol. Las tres Personas de la Trinidad situadas en sucesión en la línea media del edificio, rodeadas de santos y ángeles como narra la Biblia.

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A los pies de la nave del templo, al excavarlo, se localizó un espacio bajo el nivel del pavimento correspondiente a un espacio bautismal por inmersión (Imagen 14).

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